Junto a la pandemia del coronavirus, otros factores geopolíticos y económicos afectarán negativamente al sector
25/3/2020 – El Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (BIMCO), la mayor asociación marítima internacional del mundo, con 2.100 miembros en más de 120 países, ha revisado sus previsiones sobre el transporte marítimo para este año, con motivo de la pandemia del coronavirus COVID 19, que afecta ya a 170 países en todo el mundo.
Además de la emergencia sanitaria mundial, BIMCO destaca dos asuntos que también van a afectar a la demanda del transporte marítimo. En primer lugar, las tensiones geopolíticas entre los miembros de la OPEP, han provocado un notable aumento de la producción de crudo de Arabia Saudí y, como consecuencia, está bajando el precio del petróleo y de los combustibles.
Ello está aumentado la demanda de transporte y de buques para almacenamiento de crudo a flote, lo que ha llevado los fletes spot de petroleros a niveles de récord, que no se veían desde los años 80.
Por otra parte la primera fase de los acuerdos para limitar los efectos de la guerra comercial entre China y EE.UU. no está cumpliendo sus propias expectativas y los tráficos de mercancías implicados en dichos acuerdos no han aumentado significativamente durante el mes de enero.
Ante esta situación, para BIMCO es fundamental que los líderes políticos mundiales tomen las medidas necesarias contra la propagación de la epidemia, pero además “deben preparase para una eventual vuelta a la normalidad”. Son necesarias medidas de estímulo económico que mantengan el nivel adquisitivo de empresas y particulares para intentar paliar el efecto de unas más que previsibles despidos y quiebras generalizadas.
En el sector petrolero en la actualidad conviven dos tendencias diferenciadas, según BIMCO. En primer lugar, la demanda de transporte se ha visto afectada muy positivamente por el aumento de la producción de crudo de Arabia Saudí y de sus exportaciones. Por otra parte, la pandemia ha acabado con el consumo de crudo a todos los niveles y se espera un fuerte descenso para el conjunto de este año, tanto por el descenso del transporte como por el de generación de energía, al disminuir la actividad económica en general. A pesar de ello, BIMCO espera que los fletes anuales medios para este sector se mantengan ligeramente por encima del umbral de rentabilidad.
En cuanto al sector granelero, el descenso de la demanda en China (el principal importador de materias primas del mundo) va a impactar de manera negativa en los datos anuales. Aún así, BIMCO prevé un aumento interanual, cuando China recupere su demanda habitual. A corto plazo, el transporte de mineral de hierro está bajo mínimos y solo los tráficos fuera de las rutas habituales con China están manteniendo el nivel de los fletes. Otros segmentos dentro de los graneles sólidos están comparativamente mucho mejor.
A medio plazo, las medidas de estímulo de China podrían beneficiar a los tráficos internos y a largo plazo se espera una vuelta gradual a la normalidad, pero sin crecimientos bruscos, ya que, como explica BIMCO: “la demanda no se ha acumulado, simplemente se ha destruido”. Si ya se esperaba un descenso de los fletes en 2020, éste será todavía mayor del previsto.
Respecto a los portacontenedores, China ha empezado a recuperar su capacidad de producción y se encuentra ya en torno al 75%, pero habrá que ver como se comporta la demanda en el medio y largo plazo, a la vista de como está evolucionando la pandemia en Europa y América del Norte. Para 2020, BIMCO prevé pérdidas en este segmento, debido al mencionado desequilibrio entre oferta y demanda y el aumento de los costes del combustible provocados por la entrada en vigor del nuevo límite de azufre de la OMI.
En resumen, para BIMCO la desaceleración puede ser aún más pronunciada de lo que se vivió tras la crisis financiera de 2008. Las medidas proteccionistas pueden aumentar a medida que los Estados tratan de corregir las vulnerabilidades que ha puesto de manifiesto la pandemia. Las cadenas de suministro mundiales y regionales se revisarán y se modificarán y algunos de estos cambios beneficiarán a la demanda de transporte marítimo. El multiplicador entre comercio marítimo y producto interior bruto puede servir de guía sobre dicha demanda. Habiendo pasado de un valor medio de 1 (2002-2008) a un valor medio del 0,85 (2011-2019), BIMCO prevé que este multiplicador se mantenga por debajo de 1.