13/9/2019 – Numerosas asociaciones del sector del transporte marítimo y refinerías, coordinadas por la Asociación internacional de suministradores de combustibles marinos (International Bunkering Industry Association, IBIA), han publicado recientemente un extenso informe sobre el uso y suministro de combustibles marinos con un 0,5 % de contenido de azufre, de cara a la entrada en vigor de los nuevos límites de la OMI en enero de 2020. Dicha publicación contará además con un curso on-line de apoyo que se lanzará el próximo mes de octubre.
Esta publicación pretende aportar unas pautas a todas las partes implicadas a lo largo de la cadena de suministro de combustibles reglamentarios para el transporte marítimo, desde las refinerías y laboratorios que elaboran las mezclas, pasando por los proveedores, hasta los usuarios finales.
En ella se hace hincapié en los problemas específicos, operativos y de seguridad, derivados del uso y suministro de este tipo de combustibles, como la compatibilidad y la estabilidad del combustible, su manejo y almacenamiento, y contiene una revisión exhaustiva de los factores operativos existentes que pueden afectar la seguridad.
El documento resalta una serie de mensajes clave:
- Es fundamental asegurar la calidad de las mezclas de combustible marino mediante componentes adecuados para su producción, prestando especial atención en la estabilidad del producto final.
- Los suministradores deben proporcionar información adecuada sobre el combustible que se entrega a los buques, de manera que las tripulaciones puedan identificar y gestionar posibles problemas operativos y de seguridad asociados con ciertas propiedades y características de dicho combustible.
- Las características del combustible en cada suministro pueden variar. La tripulación del buque deberá conocer sus características para poder responder a los requisitos de éste, especialmente en materia de temperatura a bordo y mezclas no deseadas.
- A este respecto y en la medida de lo posible, el combustible debe cargarse en un tanque vacío. En caso contrario, armadores y proveedores deben revisar los procesos operativos para proporcionar tiempo suficiente para poder probar la compatibilidad entre el combustible existente y el nuevo.
Esta publicación de IBIA se ciñe a los combustibles convencionales de bajo contenido en azufre y las mezclas, que según todas las previsiones van a ser la opción más numerosa entre los armadores. No analiza cuestiones relacionadas con scrubbers o combustibles alternativos como el gas natural licuado, el hidrógeno o el metanol.
Este informe sobre el uso y suministro de combustibles marinos con un 0,5 % de contenido de azufre se puede descargar en el siguiente enlace.