23/9/2022 – El Ministerio de Infraestructuras y Movilidad Sostenible italiano publicó el 21 de septiembre un decreto con el procedimiento que deben seguir las empresas navieras de dicho país para acceder a las ayudas para la renovación de sus flotas. Estas ayudas, por un montante total de 500 millones de euros (M€), se enmarcan en el denominado Plan Complementario al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia y su aplicación está condicionada al visto bueno de Bruselas.

El decreto establece que los posibles beneficiarios de la subvención tendrán hasta el próximo 21 de noviembre para presentar una solicitud al Ministerio de Infraestructuras italiano. Según una nota de dicho Ministerio los recursos se destinarán “a la compra de nuevos buques o a la modernización de los existentes o en construcción, con el fin de favorecer la transición ecológica de la flota. En particular, a los proyectos que consigan un mejor rendimiento medioambiental y una reducción significativa de las emisiones de los buques, gracias al uso de sistemas de propulsión de última generación; baterías eléctricas; soluciones híbridas;soluciones hidrodinámicas innovadoras; sistemas de control digital; o materiales sostenibles”.

Del presupuesto total de 500 M€, está previsto destinar 225 M€ a proyectos de renovación de flota, mediante la compra de buques nuevos equipados con sistemas de propulsión de bajo impacto ambiental (de acuerdo con la definición de ‘vehículo limpio’, según la Taxonomía de la Comisión Europea). Otros 225 M€ para la finalización de buques de nueva construcción equipados con sistemas de propulsión de bajo impacto ambiental, o para modificaciones de buques o conversiones que cambien radicalmente sus características. Finalmente, los 50 M€ restantes estarán destinados a la renovación de buques que operan en los puertos italianos, como los remolcadores. Las mejoras que puedan conseguirse a través de los proyectos propuestos por las navieras deberán ser certificadas por organismos externos especializados.

Para Stefano Messina, presidente de Assarmatori, una de las asociaciones de armadores que existen en Italia, “se trata de una medida que el sector marítimo italiano ha estado esperando durante los últimos veinte años y que podrá dar un nuevo impulso decisivo a las inversiones para una política de transición energética verdadera y sostenible”. Según Messina, la normativa de la Unión es muy exigente y podría limitar el atractivo de esta medida, pero el sector se compromete “a trabajar con el máximo empeño para lograr el objetivo de renovar las flotas que cubren servicios regulares y así aprovechar al máximo esta oportunidad, única por ahora en el panorama europeo”.

En España, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia incluye una línea de ayudas destinada a la adopción de tecnologías propulsivas con energías alternativas en el sector marítimo, que está dotada con 11 millones de euros.

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