El sector naviero europeo celebra la prolongación de las directrices comunitarias sobre ayudas al transporte marítimo
Joaquín Almunia, Vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la política de competencia, ha decidido dar por terminado el proceso de revisión y prorrogar las Directrices sobre Ayudas de Estado al Transporte Marítimo sin modificación. Esta decisión es de su competencia exclusiva y, por tanto, no requiere confirmación por el colegio de Comisarios.
Así se lo ha confirmado a Juan Riva, Presidente de la European Community Shipowners’ Associations (ECSA), el Jefe del Gabinete del comisario en una reunión mantenida recientemente en Bruselas.
El presidente de ECSA ha acogido muy favorablemente esta decisión: “ECSA felicita a la Comisión por haber llevado a cabo un proceso de revisión y consulta muy completo y profesional, que ha demostrado claramente que la aplicación de las Directrices ha resultado muy positiva. En los Estados miembros que las han aplicado plenamente, han aportado beneficios significativos en materia de crecimiento económico, empleo y mantenimiento de una capacidad en un sector que es estratégico”.
Como consecuencia de esta decisión, y teniendo en cuenta que las directrices no tienen fecha de caducidad, las mismas se seguirán aplicando durante un período indeterminado. Aunque no se descarta una posible revisión futura, la misma tendría que ser precedida de un proceso formal de consulta, como el que se ha aplicado en esta ocasión, y llevaría, en principio, bastante tiempo.
Las actuales directrices fueron adoptadas en 2004, con pocos cambios respecto de las anteriores, de 1997, que fueron diseñadas para invertir la preocupante tendencia de fuerte declive de la flota mercante de pabellones de la UE respecto de la flota mercante mundial, que comenzó a principios de los años 80. El objetivo de las directrices es establecer un marco que permita a los armadores europeos operar en condiciones competitivas con los buques inscritos en registros abiertos bajo banderas de países terceros.
Según señala Juan Riva: “Las directrices han permitido a la marina mercante europea resistir a la dura y creciente competencia existente, tanto en los tráficos internacionales, como en los intraeuropeos”.
Las directrices son la base jurídica de los registros especiales y los sistemas de tributación por tonelaje, que son clave para la operación competitiva de los buques europeos. La confirmación de su continuidad proporciona al sector la seguridad jurídica y la estabilidad fiscal que son absolutamente necesarias para acometer las elevadísimas inversiones que requiere el sector naviero y que benefician también de forma decisiva a otras industrias parte del Cluster Marítimo Europeo.
(4-10-13)