16/12/2022 – La Asociación Internacional de Armadores de Buques de Carga Seca (Intercargo) ha emitido un comunicado en el que afirma que la nueva norma de la Organización Marítima Internacional (OMI) para determinar el índice de intensidad de carbono (Carbon Intensity Index, CII) de los buques, “no puede utilizarse para alcanzar los objetivos de descarbonización deseados en condiciones operativas reales, ya que no proporcionaría reducciones de emisiones equitativas, transparentes y no distorsionadas”.

Según esta nueva norma, cada buque recibirá diferentes clasificaciones en función de la forma en que se opere el buque, sujeto a las decisiones del fletador.

El índice de Intensidad de Carbono ha sido objeto de críticas en el sector marítimo, ya que hay factores que escapan al control de los armadores y de los buques y que pueden tener un impacto negativo significativo. Algunos de estos factores son las condiciones meteorológicas adversas, la distancia del viaje, los tiempos de espera en puerto, la infraestructura portuaria y las ya mencionadas decisiones de los fletadores.

Según Intercargo, “cuando se consideran las distancias y los tiempos de espera en puerto, los buques con trayectos más largos pueden producir más emisiones, pero tener una mejor clasificación CII en comparación con los buques que recorren distancias más cortas y producen menos emisiones”. Por esta razón desde dicha asociación no se cree que el CII en su formato actual vaya a ayudar a alcanzar los objetivos o metas de descarbonización deseados. Aunque, en general, apoya la medida operativa a corto plazo, “hay defectos significativos que deben abordarse con el fin de hacer que el CII sea adecuado para su propósito”, explican desde Intercargo.

Dicha asociación hace hincapié en que “la responsabilidad de la descarbonización no puede recaer únicamente sobre los hombros del operador del buque. Se trata de un reto que debe ser abordado de manera integral por toda la industria del transporte marítimo”.

Intercargo defiende una tasa fija por tonelada de CO2 emitida del tanque a la estela (Tank to Wake, TtW) y sujeta al resultado de las discusiones en curso en la OMI sobre la Evaluación del Ciclo de Vida (LCA) de las emisiones de combustible. Esta tasa se combinaría con un sistema de recompensa por las emisiones de CO2 evitadas para los buques que utilicen “combustibles alternativos elegibles”.

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