25/10/2018 – El pasado 16 de octubre, el KSL Sydney, un granelero capesize de 180.000 tpm abanderado en Hong Kong, fue atacado por piratas en aguas del océano Índico, a unas 340 millas de la costa somalí. Según una nota de la fuerza naval de la UE destacada en Somalia (EU NAVFOR), después de que el capitán evacuase a la tripulación a la zona de seguridad del buque, el equipo de seguridad privada embarcado en el buque mantuvo un intercambio de disparos con varias personas armadas a bordo de un esquife que, a la vista de esta resistencia, cambió de rumbo y se alejó.

La aplicación de las medidas contempladas en las “Mejores prácticas de gestión” (BMP-5) para la protección contra la piratería, avaladas por las principales organizaciones del sector marítimo, la actuación del capitán y la reacción de los guardas de seguridad a bordo demostraron ser esenciales para evitar que los presuntos piratas embarcasen y se apoderasen del buque.

Inmediatamente después del ataque el capitán del KSL Sydney comunicó su situación a la Organización de Comercio Marítimo del Reino Unido y a la EU NAVFOR que llevó a cabo una evaluación inicial del incidente y emitió alertas y avisos de navegación a todos los buques mercantes que transitaban el área. Además, como respuesta a este ataque, la EU NAVFOR, actualmente bajo mando español, coordinó con las fuerzas navales combinadas de la OTAN el despliegue de efectivos antipiratería para reforzar la vigilancia en la zona.

Este incidente demuestra que la amenaza pirata en aguas del Índico sigue siendo una amenaza real y que la aplicación de las directrices BMP5 para la protección contra la piratería y muy especialmente el embarque de seguridad privada a bordo resultan esenciales para la protección de las tripulaciones y los buques ante estos ataques en las zonas de riesgo de piratería.

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