No obstante, el sudeste asiático, el golfo de Guinea y las aguas del Cuerno de África siguen siendo zonas muy peligrosas para los buques mercantes, donde se producen dos de cada tres ataques

El año pasado se registraron un total de 180 incidentes de piratería y robo a mano armada contra buques mercantes en todo el mundo, según recoge la última edición anual del informe sobre piratería de la Oficina Marítima Internacional (IMB) de la Cámara de Comercio Internacional (ICC). Esta cifra supone el número más bajo de incidentes registrados desde 1995, cuando se recibieron 188 denuncias, y 11 menos que en 2016.

Según el mencionado informe, a lo largo de 2017, 136 buques fueron abordados, 6 secuestrados, 16 sufrieron disparos con armas de fuego y se intentaron otros 22 ataques. En estos incidentes, 3 tripulantes fueron asesinados, 6 resultaron heridos, 91 fueron tomados como rehenes y otros 75 secuestrados. En 2016, se reportaron un total de 191 incidentes, con 150 buques abordados y 151 tripulantes tomados como rehenes.

Dicho informe reitera conclusiones que ya se pusieron de manifiesto el año pasado, entre ellas el riesgo persistente en las aguas del golfo de Guinea. Según Pottengal Mukundan, director de IMB: “Aunque el número de ataques ha disminuido en 2017 respecto al año pasado, el golfo de Guinea y la costa nigeriana siguen siendo una amenaza para los marinos. Las autoridades de este último país han ayudado a evitar una escalada de los incidentes en la zona gracias a sus intervenciones”. En esta zona se han registrado 36 ataques de diversa índole a buques, 65 tripulantes secuestrados y 7 buques que resultaron atacados con armas de fuego.

También han aumentado los ataques de los piratas somalíes en el golfo de Adén, registrándose 9 ataques, 2 más que en 2016. El pasado mes de noviembre un portacontenedores fue atacado a unas 280 millas al este de Mogadiscio (Somalia. Gracias a las maniobras evasivas del buque, los piratas fueron incapaces de abordarlo y huyeron, disparando dos cohetes antitanque. Posteriormente 6 individuos fueron detenidos por la Fuerza Naval de la Unión Europea y trasladados a las islas Seychelles donde se les acusó de “cometer un acto de piratería”. Si son declarados culpables podrían ser condenados a hasta 30 años de prisión.

Ante estas circunstancias, es necesario insistir en que los buques que naveguen por aguas somalíes deben mantener alta la guardia y aplicar las recomendaciones de seguridad más recientes, BMP4, así como embarcar seguridad privada en los buques especialmente vulnerables. Para Mukundan, “este dramático incidente, unido a las cifras de 2017, demuestra que los piratas somalíes conservan la capacidad y la intención de lanzar ataques contra barcos mercantes a cientos de millas de su costa”.

Finalmente, aunque en el sudeste asiático los ataques han descendido ligeramente, de 49 en 2016 a 43 en 2017, en Filipinas el número de incidentes denunciados se ha duplicado, pasando de 10 a 22. Según señala el informe de IMB, las patrullas de la Policía Marina de Indonesia siguen resultando eficaces en los 10 fondeaderos seguros designados del país y las alertas transmitidas por el Centro de Informes de Piratería (PRC) de la IMB, en nombre de las autoridades filipinas, han ayudado a evitar nuevos ataques.

El informe completo sobre ‘Piratería y Ataques Armados a Buques 2017’ en inglés se puede solicitar en el siguiente enlace.

18/1/2018

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