Las limitaciones a la movilidad de la segunda ola anulan la posible mejora estacional

 

27/11/2020 – La llegada del invierno suele dar un impulso estacional a la demanda de crudo y productos del petróleo que se esperaba pudiera mejorar, aunque fuera levemente, los niveles de fletes. Sin embargo, los nuevos bloqueos y restricciones a la movilidad como consecuencia de la segunda ola del coronavirus en todo el mundo y el stock acumulado que los Estados están reduciendo han frustrado estas esperanzas.

Según el informe de mercado de BIMCO, los ingresos medios de los petroleros de productos, a principios de noviembre, en el mercado spot, se situaban en 7.416 dólares/día ($/día) para un LR2, 6.147 $/día para un LR1 y 1.730 $/día para un handysize. Estos niveles de fletes están muy lejos de los mínimos necesarios para cubrir sus costes.

Este es el inevitable resultado de los bajos precios de los combustibles registrados en el mes de abril, que impulsó la demanda y el stock, y el notable impacto de la pandemia.

En el sector del transporte de crudo los datos no han sido mejores. A principios de noviembre, los ingresos promedio estimados en el mercado spot para un VLCC ascenderían a 12.806 $/día, menos de la mitad de lo que se necesita para alcanzar el punto de equilibrio. Para un suezmax, dichos ingresos serían de 6.890 $/día y de 4.728 $/día para un aframax, también por debajo de su umbral de rentabilidad.

Las nuevas limitaciones a la movilidad tras el paréntesis de verano están resultando fundamentales en la caída de la demanda de crudo y productos petrolíferos en todo el mundo. La notable disminución del tráfico por carretera en muchos países está afectando a la demanda de gasolina.

Y de forma similar, en el mercado aéreo, según la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) el pasado 15 de noviembre solo había 9.697 vuelos en el espacio aéreo europeo, un 62,5% menos que los 25.864 del mismo día de 2019. Eurocontrol espera seis millones de vuelos menos en su espacio aéreo este año en comparación con el pasado. También ha bajado notablemente el número de pasajeros en EE. UU., un -61,4% respecto al año pasado, y las cifras están empeorando en este final de año, tras el ligero aumento del mes de junio.

Por el contrario, China parece estar recuperando la normalidad en su tráfico aéreo nacional, con niveles cercanos a los registrados antes de la pandemia. Durante la primera semana de octubre, la llamada Semana Dorada, viajaron 637 millones de persona.

China aprovechó el bajo precio del crudo durante el segundo trimestre para comprar. Durante los primeros 10 meses del año, las importaciones chinas de crudo aumentaron un 10,6%, hasta 458,6 millones de toneladas (Mt). Rusia ha superado a Arabia Saudí como fuente principal de suministro a China, totalizando 64,6 Mt en lo que va de año frente a los 63,6 Mt de 2019. Esto ha reducido la demanda de transporte de petroleros, ya que una parte considerable de las importaciones de Rusia llegan por oleoducto o ferrocarril.

Las exportaciones chinas de productos petrolíferos también se han visto afectadas por el descenso de la demanda mundial, con una caída del 5,4% en los primeros nueve meses respecto al mismo periodo del año pasado. Y eso a pesar del aumento de actividad en sus refinerías.

Para BIMCO, la recuperación de la demanda mundial de petróleo será lenta y prolongada y es posible que, al menos hasta 2022, no se vuelva a los niveles prepandemia.

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