Solo unos 400 buques han instalado o tienen previsto instalar depuradores de gases de exhaustación (scrubbers) hasta 2020, lo que supone poco más del 10% de los 3.800 que se preveían en el estudio oficial sobre disponibilidad del combustible de 0,5% de azufre que fue presentado a la OMI en mayo de 2016.
En su “hipótesis central”, dicho estudio estimaba que los buques con scrubbers consumirían en 2020 unos 36 millones de toneladas/año de fuel oil de alto contenido de azufre (HSFO), aproximadamente el 11% de la demanda total de combustible marítimo mundial. Pero, según ha declarado el autor de dicho estudio, Jasper Faber, las cifras reales podrían finalmente ser muy inferiores, debido al bajo ritmo de nuevos encargos de scrubbers.
Faber todavía confía en que se puedan cumplir las previsiones del “escenario más desfavorable” de su informe, que situaba el número de buques con scrubbers en torno a 1.200 para 2020. Estos buques consumirían unos 14 millones de toneladas de HSFO, solo un 4% de la demanda total de combustibles marinos en esa fecha.
A día de hoy está claro que las previsiones para 2020, tanto de los buques con scrubbers como los propulsados por gas natural licuado (GNL) del mencionado estudio estaban sobreestimadas, explica Faber. Aun así, ello no afectaría a las conclusiones finales de dicho estudio, que mantenían que en 2020 existirá suficiente capacidad de refino para cubrir la demanda de combustibles con bajos contenidos en azufre. Para modificar dichas conclusiones debería producirse un aumento mucho mayor del previsto en la demanda de transporte (y, por tanto, de combustible) y coincidir con una inversión inesperadamente baja en scrubbers y nuevos encargos de buques a GNL.
Dicho estudio también preveía que el GNL representaría el 3,2% del mercado global de combustible marino en 2020, cifra que no comparte el presidente de la Asociación Internacional de Suministradores de Combustible a Buques (IBIA), Robin Meech, quien opina que estará más cerca del 1%. Además, Meech estima que actualmente hay unos 400 buques con scrubbers que depuran unos 4 millones de toneladas/año de combustible. Esta cifra podría aumentar a 10 millones de toneladas para 2020, suponiendo que lleguen 1.350 los buques con esta tecnología, pero prevé que se multiplicará por 10 para 2030, hasta unos 100 millones de toneladas/año de HFO.
Estas predicciones son especialmente valiosas para los refinadores y suministradores, que necesitan evaluar la demanda prevista de combustibles con bajo contenido de azufre y de HSFO para planificar eficazmente sus estrategias de mercado.
Cada vez parece más probable que, para cumplir el límite global del 0,5% de azufre, la mayor demanda será de combustibles tradicionales derivados del petróleo, ya sean destilados o mezclas no incluidas en ninguna de las categorías actuales de la norma ISO 8217.
El antes mencionado estudio oficial de disponibilidad para 2020 suponía que aproximadamente un 13% de los combustibles derivados del petróleo tendría un contenido de azufre de 0,1% o menos (para uso en SECAS y puertos europeos), en su gran mayoría destilados; mientras que en un 76% de dichos combustibles el contenido de azufre será de entre 0,1% y 0,5%, generalmente a partir de mezclas.
Únicamente si se retrasaran o cancelaran proyectos de transformación en las refinarías que ya están en marcha cambiarían las conclusiones del citado estudio. Aun así, y aunque se puedan producir localmente situaciones de escasez o exceso de oferta, es improbable que se generalicen de una forma global.
17/10/2017