Las
navieras que operan petroleros están reduciendo la velocidad de
operación, especialmente de los VLCCs, como ya vienen haciendo, desde
hace bastante tiempo, los portacontenedores, para hacer frente al
aumento del coste del combustible registrado desde principios de año y
a unos índices de fletes que no dejan de descender. Así se desprende de
un informe recientemente elaborado por la consultora estadounidense
Mcquilling Services.
“El principal interés de los fletadores en aumentar la velocidad es
reducir su coste financiero, señala Mcquilling Services. “Teniendo en
cuenta un tipo de interés anual de un 10%, sobre 2 millones de barriles
de crudo, a 100 $/barril, esto supone un coste financiero de,
aproximadamente, 55.000 $/día. Sin duda, este coste, que asume el
fletador debido a la reducción de la velocidad, supera con creces la
cantidad ahorrada por el armador en combustible. Si se mira de forma
realista, no se puede comparar el coste financiero para el fletador con
el ahorro del armador por navegar a velocidad reducida, y ello aunque
se produjese una caída del precio del crudo, ya que en ese caso los
precios del combustible descenderían en similar medida.”
(7-7-2011)