La operación de salvamento del petrolero Sounion ha sido cancelada tan solo dos días después de ponerse en marcha al considerar las empresas que participan en las labores de rescate “que no se cumplían las condiciones para llevar a cabo la operación de remolque y que no era seguro proceder”, según un comunicado de la misión naval de la UE, EUNAVFOR ASPIDES.
El Sounion, un suezmax de 163.759 tpm, construido en 2006 y abanderado en Grecia que transportaba alrededor de un millón de barriles de crudo, resultó atacado por los hutíes el 21 de agosto. Dos días después, tras el rescate de la tripulación por efectivos de la armada francesa, los atacantes lo abordaron y detonaron varias cargas explosivas en la cubierta del buque. Desde entonces, el petrolero permanece fondeado, pero tiene varios incendios activos en cubierta y supone un riesgo significativo para la navegación y el medioambiente.
En el caso de que el buque se hundiera y liberara toda su carga, podría convertirse en el quinto mayor vertido de petróleo de la historia, superando en casi cuatro veces la cantidad liberada en el desastre del Exxon Valdez en 1989.
La operación de salvamento del Sounion fue anunciada el 1 de septiembre por EUNAVFOR ASPIDES, pocos días después de que la misión de Irán ante las Naciones Unidas afirmara que los hutíes permitirían a los equipos de salvamento llegar hasta el petrolero para ser remolcado. La misión naval de la UE declaró que el éxito de la operación requeriría “una estrecha coordinación y la participación activa de los Estados regionales”.
En el rescate iban a tomar parte tres remolcadores, dos de ellos sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de Estados Unidos, que contarían con la protección de los efectivos de la Operación ASPIDES. La misión naval de la UE dirigiría la operación, en la que no participaría “ningún actor externo”.
El Sounion es el tercer buque operado por la empresa griega Delta Tankers que sufre un ataque en el mar Rojo en las últimas semanas. Fuentes de la naviera han agradecido el apoyo de EUNAVFOR y han declarado que se estaba haciendo “todo lo posible para trasladar el buque y la carga”.
Por razones de seguridad, no ha trascendido ningún detalle sobre el destino del petrolero tras su rescate o sobre la operación de recuperación del crudo a bordo.