21/9/2018 – El número de depuradores de gases de exhaustación (scrubbers) instalados o encargados sigue creciendo, tras los últimos anuncios de varios armadores anunciados durante la feria marítima SMM celebrada en Hamburgo a principios de septiembre, de optar por esta tecnología en sus buques.
Según datos de Clarksons Research, el número de scrubbers instalados o encargados ha llegado a 1.262, lo que supone alrededor de un 3,9% de la flota existente en términos de tonelaje, y de un 27,3% de la cartera de pedidos de buques de nueva construcción. Es también un importante aumento, del 28,4%, respecto a la cifra de 983 depuradores que contabilizaba en su informe de mayo la Asociación de Fabricantes de Depuradores de Gases de Exhaustación (EGCSA).
Este crecimiento ha sido especialmente notable en los buques ro-ro y en los grandes petroleros (VLCC), en los que la instalación de scrubbers en buques de nueva construcción alcanza el 73% y el 59% de su cartera de pedidos, respectivamente.
La instalación de esta tecnología permitirá a los armadores seguir utilizando, a partir del 1 de enero de 2020, fuel oil pesado con alto contenido de azufre, más barato que los combustibles alternativos con un contenido igual o menor a 0,5%.
Varios armadores han mostrado su preferencia por esta tecnología a lo largo de los últimos meses, incluidos navieras importantes como Star Bulk Carriers, Maran Tankers, o Eagle Bulk. Incluso algunas, como Frontline, han comprado participaciones en empresas fabricantes para asegurarse el suministro y la instalación de scrubbers en sus buques, ante la posible falta de disponibilidad de medios y equipos especializados conforme se vaya acercando la fecha límite. Maersk Line, que inicialmente desecho la opción de los depuradores, ha admitido recientemente que va a probarlos en cierto número de buques de su flota.
Estos armadores opinan que la instalación de scrubbers puede ser la opción más rentable para sus buques, puesto que el diferencial de precios previsto entre los combustibles destilados con bajo contenido de azufre y el fuel pesado, a lo largo del periodo operativo del buque serviría para amortizar la importante inversión necesaria.
Pero no existe una solución ideal única. La instalación de depuradores presenta, además de las consideraciones de rentabilidad, una serie de dificultades operativas y técnicas, como la disponibilidad de espacio a bordo, en el caso de los buques existentes y la gestión de los residuos generados por los scrubbers al operar en ciclo cerrado.