La sociedad de clasificación DNV GL tiene un equipo de 16 personas que llevan a cabo inspecciones con drones en buques en todo el mundo
14/3/2018 – En junio de 2016, un equipo de inspección de la sociedad de clasificación DNV GL llevó a cabo la primera inspección de un buque mediante un dron, demostrando que se trata de un método que cumple los requisitos de este tipo de operaciones y, a la vez, puede resultar más seguro, eficiente y barato. Casi 2 años después, su ‘escuadrón de drones’ ya ha efectuado 25 inspecciones en todo el mundo, en petroleros, graneleros, buques auxiliares e incluso plataformas off-shore.
Este equipo de drones está formado por 16 personas y tiene su base en Gdynia, Polonia, pero también ha trabajado en Dubai, Shanghai, Singapur y Houston. Para Cezary Galinski, inspector jefe y responsable del equipo, “en lugar de llevar el inspector a que vea la estructura, acercamos ésta al inspector mediante vídeos 4K de alta definición que toman nuestros drones”.
DNV GL tiene cuatro tipos de drones comerciales (Custom, DJI Phantom, Mavic y Flyability Elios), cada uno con diferentes capacidades y áreas de aplicación, pero todos han sido modificados y personalizados por los técnicos del equipo para poder llevar a cabo sus inspecciones. Según explica Galinski, los drones disponibles en el mercado están pensados para trabajar en espacios abiertos y a la vista del operador, condiciones muy distintas a las que se dan en las inspecciones de buques y plataformas. En primer lugar, se modifica la movilidad de la cámara, de forma que ésta pueda captar imágenes delante y encima del dron y no solo debajo de éste. También se le equipa con cámaras e iluminación especiales de forma que pueda trabajar en espacios con poca luz, como las bodegas y tanques de los buques, y un teleobjetivo, para que no sea necesario acercarse demasiado a las estructuras en las inspecciones de plataformas offshore y bajo condiciones climáticas adversas y así evitar accidentes. Los drones están equipados con estructuras de protección de las hélices y cámaras para reducir los daños al mínimo en caso de sufrir un impacto o caída.
A pesar de los avances tecnológicos y de las mencionadas adaptaciones, cuando los drones se utilizan en labores de inspección, sus pilotos deben hacer frente a una serie de problemas específicos. Cezary Galinski destaca la dificultad de pilotar uno de estos aparatos dentro de un tanque de un petrolero, sin visibilidad y sin que funcionen sus sistemas de apoyo al pilotaje. “Los drones están rodeados por miles de toneladas de acero, lo que significa que el GPS y la brújula magnética, que generalmente ayudan a determinar la posición del dron, no funcionan. Esto hace que su comportamiento sea algo impredecible”, explica Galinsky. En las inspecciones offshore de plataformas, en cambio, son las condiciones del viento y las distancias de vuelo las que generan más dificultades.
DNV GL considera que los drones van a revolucionar las inspecciones en el sector marítimo. La introducción de drones autónomos abriría las posibilidades de inspección en entornos hostiles para el ser humano, como atmósferas inertes. Un dron autónomo equipado con inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas, como modelos tridimensionales de estructuras, podría llevar a cabo una inspección de forma independiente, supervisado desde una oficina por un inspector con un casco de realidad virtual.
Por el momento, esta tecnología necesita un mayor desarrollo. “En campo abierto los drones pueden seguir una trayectoria de vuelo predefinida usando una señal de GPS. Pero para operar en espacios cerrados de acero necesitamos encontrar una solución alternativa”, explica Galinski. De hecho, DNV GL está participando en un proyecto conjunto con la Universidad de Trondheim, en Noruega, para el desarrollo de un dron autónomo. Además, dos de los pilotos del equipo de Galinski han obtenido la certificación BVLOS (Beyond Visual Line of Sight), lo que les permite operar drones más allá de la línea de visión (500 m).
En resumen, aunque las inspecciones de buques con drones por ahora siguen siendo un nicho reducido, los modelos más avanzados con capacidades de inteligencia artificial podrían transformar pronto la forma en la que se llevan a cabo. “Queremos estar listos para ello”, concluye Galinski.