El elevado coste del combustible, principal preocupación del sector naviero
Según una encuesta anual que acaba de publicar el bufete de abogados Norton Rose, sobre las materias que más preocupan al sector naviero, el 69% de las empresas navieras cree que el principal reto es desarrollar sistemas de consumo de combustible más eficientes económicamente. El transporte marítimo ha registrado un mayor aumento de sus costes que el ferroviario o el aéreo. Un 48% de las navieras encuestadas ha afirmado que sus costes fijos aumentaron entre 2010 y 2012, frente a un 43% y un 42% de las empresas del sector ferroviario y aéreo, respectivamente. Un 42% de las navieras considera que el cambio más importante sufrido en los dos últimos años es el aumento de las restricciones crediticias. El transporte marítimo ha tenido que hacer frente a un exceso de capacidad de transporte y un 27% de los encuestados señaló que éste era otro de los cambios más importantes en su negocio durante los últimos dos años.
“Cuatro años después de nuestra primera encuesta, parece como si operar en circunstancias económicas difíciles sea ya algo cotidiano para el transporte marítimo, ferroviario y aéreo”, ha manifestado Harry Theochari, Jefe del Departamento de Transporte en Rose Norton, a la prensa internacional. “Hace un tiempo, el coste del combustible representaba un pequeño porcentaje de los gastos generales. Ahora, es un tercio.”
“Mientras que el sector ferroviario recurre a la innovación tecnológica para aumentar la eficiencia, el combustible sigue siendo un gran problema para el transporte marítimo. Los combustibles tradicionales son un recurso cada vez más escaso y, por lo tanto, no hay ninguna expectativa realista de que bajen los precios.”
Neil Poland, del mismo departamento en Norton Rose, ha añadido: “Los transportes marítimo y aéreo se han visto muy afectados por los altos costes del combustible, lo que les ha llevado a desarrollar nuevas tecnologías en aviones y buques que prometen ahorros significativos de combustible. Sin embargo, no se sabe el efecto de estas nuevas tecnologías sobre los niveles de fletes de los buques de más edad y menos eficientes, y por lo tanto, sobre su valor residual y las facilidades de financiación”.
(21-3-13)