Varias empresas españolas están liderando el proyecto APOLO para desarrollar un sistema de craqueo de amoniaco mediante reactores de membrana que permita producir combustible y alimentar pilas de hidrógeno o motores a bordo de buques. Este proyecto está coordinado por Tecnalia, un centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico con sede en Madrid, y en él participan, entre otras, la empresa H2Site, especializada en el desarrollo de soluciones de producción de hidrógeno para pequeñas y medianas empresas; el astillero Astander; y el fabricante de fertilizantes, Fertiberia.
Según Fertiberia, el proyecto pretende demostrar la escalabilidad de los sistemas más allá de 3 MW mediante dos vías:
- Un sistema de conversión de energía de 125 kW con un craqueador de amoniaco acoplado a un sistema de pilas de combustible PEM (polymer electrolyte membrane). Este craqueador estará adaptado para funcionar en diferentes condiciones de presión y niveles de eficiencia, con el fin de evaluar la flexibilidad del sistema para todo tipo de pilas de combustible PEM. Se espera obtener una eficiencia de entre un 51% y un 54%.
- Un craqueador parcial de amoníaco de 125 kW acoplado a un motor de 4 tiempos. De este sistema se espera obtener una eficiencia superior al 45%. También se desarrollará un sistema de reducción catalítica selectiva (Selective Catalalytic Reduction, SCR) para eliminar las emisiones de NOx del escape del nuevo motor.
Las tecnologías desarrolladas en el proyecto APOLO podrían aplicarse inicialmente a unos 30.000 buques. En un primer momento la atención se centrará en aquellos buques con sistemas de propulsión de entre 1 MW y 10 MW. “Un número significativo de ellos rondará los 3 MW en la próxima década, ya que son los primeros buques relevantes para las soluciones propulsadas por amoniaco”, explican desde Fertiberia.
Además de las cuatro empresas españolas mencionadas, participan en el proyecto otras seis instituciones y compañías tecnológicas europeas: la Universidad Técnica de Eindhoven (Technische Universiteit Eindhoven); la Universidad Técnica de Chalmers (Chalmers Tekniska Hogskola); el Centro de investigación para grandes motores en Graz (Large Engines Competence Center LEC); el fabricante checo de equipos de laboratorio, 1 CUBE; y las empresas especializadas en desarrollo de pilas de combustible, Nuvera y Corvus Energy. Esta última ofrecerá su sistema de pilas de combustible Pelican para integrar la tecnología de craqueo de amoniaco a bordo.
El proyecto APOLO se ha puesto en marcha este mes de enero y tendrá una duración estimada de cuatro años. Cuenta con una financiación de 7,5 millones de euros de la Unión Europea a través de la CINEA (European Climate, Infraestructure and Environment Executive Agency).