15/1/2019 – Los bajos precios, la abundante oferta y la fuerte tendencia hacia combustibles más limpios han provocado un notable aumento de la demanda de gas natural licuado (GNL), no solo por los grandes compradores sino también por los pequeños importadores, según publica la consultora Drewry.
Las infraestructuras de producción y regasificación de GNL a pequeña escala (con menos de 500.000 toneladas anuales de capacidad) necesitan unas inversiones de capital menores y son adecuados para territorios con bajo consumo de GNL. Por ejemplo, Gibraltar ha puesto en marcha una pequeña terminal para almacenar 5.000 m3 para abastecer a la central eléctrica cercana al puerto.
También es cierto que cada vez es más difícil asegurar la inversión para los grandes proyectos de GNL mediante contratos de transporte a largo plazo. Debido al creciente número de países exportadores de GNL, los importadores están optando por contratos a plazo más corto. Esto hace atractivos los proyectos a pequeña escala, más baratos de construir y con menor riesgo de inversión.
Aunque el número de dichos proyectos todavía es limitado, comienzan a surgir nuevas instalaciones. De hecho, en los EE.UU. la Comisión Federal Regulatoria de la Energía (FERC) acaba de aprobar en Florida un pequeño proyecto con 3 trenes de licuefacción y 330.000 toneladas anuales de capacidad.
El impacto sobre el transporte marítimo
Drewry considera que el número de terminales de GNL a pequeña escala va a crecer en países asiáticos como Indonesia China o Filipinas, así como en algunos países europeos, lo que generará una mayor demanda de buques más pequeños aptos para el transporte de GNL.
También aumentará y se diversificara el número de países exportadores, ya que países con reservas de gas moderadas van a desarrollar sus propios proyectos de exportación a pequeña escala. A corto plazo se espera que algunos países africanos sigan el camino iniciado por los EE.UU. y pongan en marcha terminales de este tipo, con el consiguiente aumento de la demanda de transporte marítimo de GNL.
En la actualidad, la flota de buques aptos y con capacidad menor de 50.000 m3 está compuesta por 27 metaneros, 17 buques tanque para el transporte de GNL y gases licuados del petróleo (GLP) y algunos buques proyectados para suministrar GNL como combustible. La mayoría de estos buques están ya comprometidos para el transporte de gas en el sector petroquímico o el suministro de combustible y no se espera que presten servicios a nuevos proyectos de exportación de GNL a pequeña escala.
Por ello, según Drewry, algunos armadores ya han empezado a encargar buques para el transporte de GNL a pequeña escala (en 2018 se encargaron 5 unidades). Para este año y más allá, se espera un aumento de este tipo de encargos por lo que es probable que el transporte de GNL a pequeña escala se convierta en un segmento importante del sector metanero.