Un grupo de aproximadamente una veintena de piratas abordaron y secuestraron un buque mercante el pasado 12 de marzo en el océano Índico, a unas 600 millas al este de Mogadiscio, la capital de Somalia, según informó la empresa de seguridad marítima Ambrey. El Abdullah, un granelero autodescargante de 32.700 GT y 190 m de eslora abanderado en Bangladés, se dirigía desde Mozambique a los Emiratos Árabes Unidos con una carga de carbón. Se desconoce el estado ni el paradero de los 23 tripulantes del buque.
Según diversas informaciones, aunque todavía no se ha podido identificar la nacionalidad de los piratas, estos pusieron rumbo hacia las costas de Somalia tras el ataque.
Este incidente se produce después de que el Centro de Seguridad Marítima del Cuerno de África (Maritime Security Center – Horn of Africa, MSCHOA) informara de que el pasado 2 de marzo un dhow de pesca secuestrado anteriormente había zarpado de Jiffle, un enclave en la costa de Somalia a unos 800 km al norte de Mogadiscio, con 11 personas armadas a bordo.
La empresa de seguridad privada EOS Risk Group había advertido a sus clientes de que “al menos un Grupo de Acción Pirata (Pirate Action Group, PAG) está participando activamente en operaciones de piratería en el Océano Índico y el Mar Arábigo a una distancia de 1.000 millas de la costa somalí”.
Desde noviembre del año pasado al menos 16 dhows fueron secuestrados en aguas territoriales somalíes. Según las empresas de seguridad privada, es probable que algunos de ellos fueran utilizados para abordar el granelero maltés Ruen, secuestrado el 14 de diciembre de 2023, a una 700 millas al este de Bossaso (Somalia) y durante el abordaje y fallido secuestro del Lila Norfolk, el 4 de enero de este año.
El secuestro del granelero Abdullah es el tercero que se produce en 2024, el cuarto desde diciembre de 2023 y un recordatorio del riesgo que corren las tripulaciones de los buques mercantes en todo el mundo.