El transporte marítimo depende de una serie de vías navegables estratégicas para mantener en movimiento 12.300 millones de toneladas al año de mercancías, con un valor estimado de alrededor de 14 billones de dólares. La situación geopolítica y las consecuencias del cambio climático han afectado en mayor o menor medida a estos ‘cuellos de botella’ y los ha situado en el punto de mira.
Para Clarksons, el más importante es el estrecho de Malaca, entre la península malaya y Sumatra. Una ‘puerta’ entre Asia Oriental y el océano Índico, y por extensión el Mediterráneo y el Atlántico, que en su parte más estrecha no supera las 25 millas. Este analista estima que alrededor de 3.000 millones de toneladas (Mt) de mercancías transitaron por Malaca en 2023, lo que equivale a casi una cuarta parte del comercio marítimo mundial total. Por tipos de mercancías, un 45% del comercio marítimo mundial de crudo transita por el estrecho, un 42% de los gases licuados del petróleo (GLP), un 26% de los automóviles y un 23% de los graneles sólidos. Aparte de algunos incidentes ocasionales de piratería, el comercio fluye libremente a través del estrecho, con la ciudad estado de Singapur como centro neurálgico.
Oriente Medio alberga otros dos ‘cuellos de botella’: el estrecho de Ormuz y el canal de Suez. El primero es un paso de 20 millas de ancho a la entrada del golfo Pérsico, por el que navegaron 1.500 Mt de mercancías el año pasado, equivalentes a alrededor de un 11% del total mundial. Ormuz es especialmente importante para el transporte de energía, ya que un 38% del comercio de crudo mundial y un 21% del gas natural licuado (GNL) pasa por esta vía.
El segundo de ellos, el canal de Suez, es junto con el estrecho de Bab el Madeb, la vía navegable que da acceso al mar Rojo entre África y la península arábiga, que ha adquirido cierta notoriedad en los último tiempos. En 2023, aproximadamente 1.150 Mt de mercancías pasaron por Suez, más de un 9% del total mundial. Destacan un 20% del comercio de contenedores y coches, un 15% de los productos del petróleo y un 12% del crudo. Sin embargo, la zona ha sufrido a menudo perturbaciones geopolíticas, operativas y de seguridad. En la actualidad, los niveles de tránsito están un 60% por debajo de lo habitual, a causa de los continuos ataques contra buques mercantes desde Yemen por las milicias rebeldes hutíes.
Ya en Europa se encuentran los conocidos como ‘estrechos daneses’, que comprenden el estrecho de Kattegat, el de Skagerrak y el Oresund, que conectan el mar del Norte con el Báltico. En el extremo geográficamente opuesto, el Bósforo y los Dardanelos, que dan salida desde el mar Negro al Mediterráneo. Estos dos pasos son especialmente importantes para el comercio ruso, ya que juntos representan el 12% del comercio de petróleo, pero también lo son para el abastecimiento europeo de otras materias primas.
Finalmente, el canal de Panamá, que aunque sólo representa un 3% del comercio marítimo mundial en toneladas, resulta fundamental para las exportaciones de grano de los EE.UU. y supone un 6% del tráfico mundial de contenedores y automóviles y un 19% del transporte de GLP por vía marítima. En los últimos meses también ha sufrido restricciones de tráfico a causa de la reducción de calado a través de sus esclusas por la sequía.