Los múltiples ataques del mes de junio dejan, además, el segundo buque mercante hundido en la zona
Durante el mes de junio se han intensificado los ataques de las milicias rebeldes hutíes a los buques mercantes que navegan por aguas del mar Rojo, causando un muerto, un herido grave y el hundimiento de un buque granelero, además de múltiples e importantes daños materiales a otros dos buques en más de una decena de ataques.
El más grave de estos ataques se produjo el 12 de junio, cuando un dron de superficie impactó contra el granelero Tutor, construido en 2022 y de bandera liberiana, causando una importante inundación en la cámara de máquinas y graves daños a bordo, según un informe de la Armada estadounidense sobre el incidente. Los graves daños provocaron la evacuación de los tripulantes y el hundimiento del buque días después. Uno de los miembros de la tripulación, que se encontraba en el área inundada sigue desaparecido y se cree que ha podido fallecer, tras irse el buque a pique.
Los rebeldes hutíes se responsabilizaron del ataque en un comunicado, y lo justificaron porque la naviera propietaria del buque había violado presuntamente la prohibición impuesta por los hutíes de hacer escala en puertos israelíes.
Al día siguiente, el 13 de junio, el Verbena, un buque de carga general abanderado en Palau, fue alcanzado por misiles a 98 millas al este del puerto de Adén. Este ataque provocó un incendio a bordo, según el servicio de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido (United Kingdom Maritime Trade Operations, UKTMO), desplegado en la zona. A lo largo del día, resultó alcanzado por otros dos misiles, según informaron los miembros de la tripulación y el armador.
Como consecuencia de los ataques, uno de los tripulantes resultó gravemente herido y fue evacuado por efectivos del buque de la Armada estadounidense USS Philippine Sea para recibir tratamiento médico. Posteriormente, el resto de la tripulación del Verbena también fue evacuada ante el peligro de hundimiento del buque, que espera recibir asistencia de un equipo de rescate.
El mando central de la Armada estadounidense desplegado en la zona confirmó el 24 de junio el cuarto ataque de los rebeldes hutíes con misiles al buque Transworld Navigator, un granelero abanderado en Liberia de 178.000 tpm y construido en 2010. Según diversas fuentes, también habría resultado alcanzado por un dron de superficie en aguas del estrecho de Bab el Mandeb y el testimonio de la tripulación habla de lesiones personales y daños al buque de menor importancia que le permitieron continuar su viaje.
En la última semana de junio, se han recibido informes de al menos otros cinco ataques de los hutíes con misiles balísticos a otros tantos buques y aunque no está confirmada la gravedad de los ataques, no parece que haya que lamentar daños personales.
Como respuesta a estos ataques, las principales asociaciones del sector marítimo internacional, entre las que se encuentran la Cámara Naviera Internacional (ICS) o la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), han emitido un comunicado conjunto, el segundo en dos meses, en el que condenan los ataques de los hutíes al transporte marítimo en el mar Rojo. “Se trata de una situación inaceptable y estos ataques deben cesar ya. Hacemos un llamamiento a los Estados con influencia en la región para que salvaguarden a nuestros marinos inocentes y desescalen rápidamente la situación en el mar Rojo. Hemos escuchado las condenas y agradecemos las palabras de apoyo, pero pedimos que se tomen medidas urgentes para poner fin a los ataques ilegales contra estos trabajadores y esta industria vitales”, han declarado en su comunicado conjunto.