Alarma por la falta de infraestructuras necesarias y de objetivos intersectoriales comunes a medida que aumenta la demanda
La plataforma Clean Energy Ministerial (CEM), en la que participa España junto con otros países del G-20, adoptó el pasado 20 de julio en una reunión que tuvo lugar en Goa, India, una iniciativa para aumentar la producción mundial de combustibles marinos con bajo contenido en carbono, denominada Clean Energy Marine Hubs Initiative (CEM-Hubs). Dicha iniciativa cuenta con el apoyo inicial de Canadá, Noruega, Panamá, Uruguay y los Emiratos Árabes Unidos, además de la Cámara Naviera Internacional (International Chamber of Shipping, ICS) y la Asociación Internacional de Puertos (International Association of Ports and Harbours, IAPH).
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), para satisfacer la demanda prevista, el sector marítimo debería transportar al menos un 50% de todos los combustibles con bajas emisiones de carbono que se comercialicen desde hoy hasta 2050. Sin embargo, los centros de producción, los buques y la infraestructura portuaria necesarios para satisfacer dicha demanda todavía no existen a escala comercial.
Hasta ahora, en toda la flota mundial sólo se ha probado un buque para transportar hidrógeno licuado, que opera entre Australia y Japón. En el caso del transporte por vía marítima de amoniaco y otros combustibles bajos en carbono, el volumen dista mucho de lo que necesitarían la industria pesada, el transporte y otros sectores. Para apoyar la transición mundial hacia el objetivo de cero emisiones netas de carbono, el transporte marítimo deberá llevar entre dos y cinco veces la cantidad de combustibles con bajo contenido en carbono que consumirá en 2050.
La iniciativa CEM-Hubs se ha adoptado tan solo un año después de su presentación, lo que según ICS “refleja la escala del problema y la urgencia para establecer soluciones”. Esta iniciativa y sus avances se presentarán en la COP28 que tendrá lugar en del 30 de noviembre al 13 de diciembre de este año en Dubai.