Un centro de investigación independiente canadiense, el Clear Seas Centre for Responsible Marine Shipping, ha publicado recientemente un artículo acerca de las ventajas del transporte marítimo de corta distancia (TMCD) frente a otros modos de transporte de mercancías y su desarrollo actual en Canadá y Estados Unidos.
Dicho artículo destaca la capacidad del TMCD para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y descongestionar las carreteras y las líneas de ferrocarril, poniendo como ejemplo su importancia para el transporte interno de mercancías en el continente europeo. “El transporte marítimo de corta distancia es una parte importante de las redes intermodales de todo el mundo. En Europa, gracias a su extensa red de vías navegables interiores, el transporte marítimo de corta distancia soporta hasta un 60% del comercio intraeuropeo”, declaran desde Clear Seas.
Según este centro de investigación, la reducción de las emisiones de GEI respecto a otros modos de transporte es una de las razones por las que el TMCD está despertando un creciente interés en Canadá y los EE.UU., pese a las limitaciones a causa de las dificultades geográficas que presentan ambos países —enormes extensiones terrestres sin posibilidad de acceso por vías fluviales—.
Entre la rutas de TMCD que se encuentran en funcionamiento en Norteamérica, destacan dos por su especial importancia. En primer lugar, la conexión marítima del río San Lorenzo y los Grandes Lagos, entre Canadá y los EE.UU. En esta ruta se acaba de anunciar la ampliación de una terminal de carga multimodal en el puerto de Windsor (Canadá), cuya finalización está prevista para 2026. La otra es la del río Misisipi (EE.UU), en donde a partir de 2024, está prevista la inauguración de una nueva red de instalaciones fluviales para contenedores que aumentará aún más su capacidad comercial.
El TMCD presenta ventajas medioambientales y económicas respecto al transporte de mercancías por carretera y, en menor medida, por ferrocarril. Un estudio encargado por la Cámara de Comercio Marino (Chamber of Marine Commerce, CMC) de Canadá demostró que en promedio un buque que opere en la vía marítima San Lorenzo-Grandes Lagos puede transportar una tonelada de carga con un litro de combustible durante 394 kilómetros, frente a 226 kilómetros en tren o 49 kilómetros en camión. Este análisis muestra que para una misma carga transportada y distancia recorrida el ferrocarril emitiría un 31% más de GEI y el camión un 558% más que el transporte marítimo.
El artículo de Clear Seas también defiende que la mayor capacidad de carga de los buques también puede proporcionar una mayor eficiencia económica, ya que necesitan menos personal para un mismo volumen de mercancía transportadas. Asimismo, hay menos riesgo de pérdidas por robo o daños.
Finalmente el transporte marítimo de corta distancia también puede aliviar la congestión de las autopistas y los costes de mantenimiento debido al menor número de camiones en la carretera; además de niveles de ruido más bajos para los barrios circundantes, menos accidentes de tráfico y niveles más bajos de contaminación medioambiental.