EE.UU. anuncia la creación de una fuerza multinacional en la que participará la UE a través de la EUNAVFOR Atalanta, actualmente bajo mando español
Cuatro de los principales operadores de líneas regulares de portacontenedores (Maersk, MSC, CMA CGM y Hapag Lloyd) anunciaron la semana pasada la suspensión de la navegación de sus buques por el mar Rojo y el canal de Suez, tras el aumento de los ataques de las milicias hutíes en el estrecho de Bab al Mandeb y las costas yemeníes. A estos operadores se les ha unido esta semana la naviera surcoreana HMM. También la empresa petrolera BP anunció el lunes su intención de “suspender temporalmente todos los tránsitos a través del mar Rojo” de sus buques petroleros. Por su parte, la hongkonesa OOCL, ha decidido interrumpir temporalmente sus servicios hacia puertos israelíes.
Las milicias hutíes, uno de los grupos armados de Oriente Medio apoyados por el régimen iraní, lanzaron el pasado 14 de noviembre una amenaza contra todos los buques de intereses israelíes que navegaran hacia el canal de Suez. El 7 de diciembre extendieron dicha amenaza a cualquier buque que hiciera escala en puertos judíos.
El primer ataque de las milicias hutíes a un buque mercante en la zona tuvo lugar el 19 de noviembre. El car carrier Galaxy Leader, operado por la naviera japonesa NYK, y su tripulación, compuesta por 25 marinos de origen búlgaro, ucraniano, filipino, mexicano y rumano, fueron secuestrados y todavía permanecen retenidos. Desde entonces, según el servicio de operaciones de comercio marítimo del Reino Unido (United Kingdom Maritime Trade Operations, UKMTO) se han registrado 43 incidentes en la zona. Ataques con drones, disparos desde lanchas rápidas, incluso misiles balísticos contra buques mercantes, estuvieran vinculados o no con intereses comerciales judíos. Además, según comunicados de las armadas Británica y Estadounidense, el 15 de diciembre buques militares derribaron 15 drones hutíes antes de que estos alcanzaran su objetivo.
Reacciones internacionales
Como respuesta a estos ataques, el secretario de defensa de EE.UU., Lloyd Austin, anunció el 19 de diciembre en Bahréin la creación de una fuerza multinacional para la protección de la navegación por el mar Rojo frente a los ataques hutíes. Dicha iniciativa, denominada Operación Guardián de la Prosperidad (Operation Prosperity Guardian), contará con la colaboración de la UE a través de la Operación Atalanta de la EUNAVFOR, que actualmente está bajo el mando de la Armada española. La operación contará además con la participación de Bahréin, Canadá, Noruega, Reino Unido y Seychelles.
La Asociación de Armadores de la Comunidad Europea (ECSA) emitió el 15 de diciembre un comunicado junto a la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (European Transport Workers’ Federation, ETF) en el que mostraban su “profunda preocupación” por los recientes ataques a buques mercantes en la zona del Mar Rojo. En dicho comunicado piden que “se tomen medidas inmediatas a fin de hacer frente a esta alarmante situación. La vida y la seguridad de nuestros marinos están en peligro, y los ataques aumentan cada día”.
Los armadores europeos subrayan la importancia del transporte marítimo para la seguridad energética o alimentaria de Europa y sus cadenas de suministro.
Por su parte, la Cámara Naviera internacional (ICS) ha pedido el cese inmediato de los ataques hutíes. “Se trata de actos de agresión inaceptables que amenazan la vida de marinos inocentes y la seguridad de la marina mercante”, declaran en un comunicado. Además define los ataques como “una violación flagrante del derecho internacional” y pide a los Estados con influencia en la región trabajar para terminar con esta “grave amenaza para el comercio internacional”.
La alternativa a la ruta de Suez, que ya están asumiendo la mayoría de las navieras, es rodear el continente africano por el cabo de Buena Esperanza lo que supone entre 10 y 15 días más de navegación en las rutas entre Asia y el norte de Europa o el Mediterráneo oriental. Esta decisión afectará a los mercados de fletes del transporte marítimo puesto que reducirá la oferta de buques disponibles.